Estas fugas ponen en riesgo la seguridad del menor y son la principal razón por la que se decide incorporar un Perro de Asistencia en el núcleo familias. Además, los perros de asistencia acompañan a los menores favoreciendo la autorregulación, mejorando los patrones de sueño, estimulando la comunicación y facilitando la relación del menor con su entorno.

Pero hacen mucho más que eso. Reducen y acortan las crisis sensoriales, reducen la frustración, estimulan la comunicación y dan seguridad a toda la familia que ve la posibilidad de hacer actividades que antes no eran imaginables.